viernes, 8 de julio de 2011

La biomecánica en el theremin II

Para interpretar en el theremin tenemos que conseguir que convivan en armonía una gran cantidad de movimientos: los del cuerpo (en algunas escuelas); los del brazo, antebrazo y mano izquierda; y las diferentes oberturas (posiciones) de los dedos, flexiones de muñeca, movimientos horizontales y el vibrato del brazo derecho. 

Para conseguir esta convivencia tenemos que pensar que hay combinaciones musculares idóneas y otras conflictivas o, incluso, imposibles. Por desgracia tenemos demasiadas opciones y a veces no es fácil encontrar las mejores, por ejemplo: 
Hacer vibrato con la muñeca derecha y simultáneamente hacer oberturas con los dedos (digitación aérea) de esa mano es mecánicamente incompatible ya que esos movimientos comparten los mismos músculos; en cambio, si el vibrato lo hacemos con el brazo, los músculos de la mano quedan liberados y entonces podemos mover los dedos con facilidad. Se podrían dar muchos más ejemplos. 

También hay que tener en cuenta que cualquier variación que hagamos de nuestra estructura corporal, por pequeña que sea, influirá en el trabajo de los músculos y articulaciones. De ahí lo complejo de encontrar una estructura idónea para tocar. Una buena estructura corporal y una buena combinación muscular nos dará una ejecución segura y relajada.

Las diferentes estrategias para tocar el theremin
Si analizamos a varios thereministas podemos observar que no hay dos que toquen con la misma mecánica. Cada uno ha escogido, lo que podríamos llamar, una estrategia de ejecución. 

Podemos encontrar desde técnicas muy básicas a otras realmente complejas. Todas pueden funcionar correctamente siempre que escojamos el tipo de repertorio, o contexto musical, donde esas técnicas puedan desenvolverse bien.

Por ejemplo, las técnicas más sencillas son rápidas de aprender pero son muy limitadas a nivel de articulación, agilidad y recursos musicales. Normalmente carecen, o utilizan poco, la digitación aérea o el trabajo de la mano izquierda es muy simple. 

En cambio, las técnicas más complejas (y obviamente más difíciles de aprender) poseen más agilidad y una gama enorme de tipos de articulación, fraseos y recursos. En este caso nos irían muy bien, por ejemplo, para interpretar “dignamente” música clásica. 
Vamos a analizar brevemente cada una de las partes del cuerpo que intervienen en la ejecución y sus diferentes variables. Como se verá no hay una fórmula definitiva para tocar pero podemos recurrir a las combinaciones posturales que nos sean más cómodas y útiles para nuestras necesidades musicales.

Algunos ejemplos
Vamos a observar a dos thereministas. Sus técnicas son paradigmas de lo explicado en el artículo. Los dos los podemos considerar virtuosos del instrumento pero cada uno en su contexto musical. 
El primer thereminista, Samuel Hoffman, tiene una técnica extremadamente simple pero muy efectiva para el repertorio que él escogía. La segunda thereminista, Lydia Kavina, se puede considerar la intérprete con más recursos y técnica que existe en la actualidad y se puede permitir el lujo de tocar cualquier tipo de repertorio.

Samuel Hoffman
Su técnica sólo le permitia tocar fraseos en legato y con un contínuo portamento.


Lydia Kavina
En el minuto 2 podemos escuchar un ragtime con articulaciones y fraseos imposibles de tocar con las técnicas más simples. 

viernes, 1 de julio de 2011

La biomecánica en el theremin I

BiomecánicaCiencia que estudia la aplicación de las leyes de la mecánica a las estructuras y los órganos de los seres vivos. DRAE


Cuando un profesor nos enseña a tocar un instrumento musical, él, tal vez sin ser consciente del siguiente término, nos está transmitiendo los principios de la biomecánica necesarios para poderlo tocar. Nosotros no estamos diseñados para tocar instrumentos musicales, tenemos que reutilizar nuestras característica biomecánicas para interpretar música e incluso convivir con los instrumentos. 

Saber la forma de coger un instrumento; cómo mover, angular, girar, relajar, etc. nuestros brazos, muñecas y dedos y, además, de forma que no nos ocasione problemas a la larga es un arduo trabajo de lógica, experimentación, creatividad y acumulación de aciertos y fallos. 

Hay técnicas de ejecución que son el resultado de décadas o siglos de experimentación con un instrumento, cada gran o pequeña mejora descubierta por los intérpretes es transmitida a la siguiente generación de músicos. Hay instrumentos, como es el caso de los de la orquesta clásica, que podríamos decir que han llegado a un nivel máximo de madurez. 
Clara Rockmore

En el caso que nos toca, el theremin, no tenemos esa suerte. Es un instrumento relativamente joven, fue presentado por Leo Theremin en 1920, y diferente mecánicamente a cualquier otro instrumento de los que estamos habituados. El theremin, al ser tan novedoso, carecía de referentes en que inspirarnos para desarrollar una técnica de ejecución. Se tuvo que empezar de cero. 

Desde los años 20 a mejorado mucho el mundo del theremin pero no se ha desarrollado una infraestructura lo suficiente importante de intérpretes, profesores, alumnos, compositores y diseñadores de theremines que hayan hecho evolucionar más rápidamente este instrumento y ponerlo a la altura de los demás. Esto actualmente está cambiando rápidamente y vamos en camino de conseguirlo. 

Lydia Kavina
Los primeros thereministas lo interpretaban con técnicas muy básicas y limitadas, algunas de estas técnicas se pueden considerar extintas. No fue hasta los años 30, con la aparición de la gran intérprete Clara Rockmore, que hubo una revolución a la hora de abordarlo. Por desgracia, ella no tuvo una descendencia directa de grandes intérpretes y no llegó a escribir un método riguroso con sus técnicas. Lo que sí sentó fueron las bases de como debería tocarse el theremin a nivel concertístico. Actualmente las técnicas de ejecución han dado un paso más gracias a las novedosas aportaciones de Lydia Kavina y sus alumnos, a destacar Carolina Eyck.

Aun así no hay un acuerdo unánime de como tocar el theremin, hay que pensar de que hasta hace poco, el interesado tenía que enseñarse a sí mismo y desarrollar su propio método. Muchos thereministas, por desgracia, tenían que experimentar y crear una “estrategia” de ejecución que después, con el tiempo, se veía si daba buenos resultados. 

Lo habitual en los instrumentos, es que ha medida que se van creando métodos de ejecución, destaquen los más óptimos y se vaya desarrollando una forma idónea de tocarlos. En nuestro caso, la estandarización de algunas técnicas facilitaría el aprendizaje de tan exigente instrumento a los futuros thereministas. 

Carolina Eyck


Siempre, el objetivo de una buena mecánica de ejecución, es expresarse musicalmente con plenitud y tener un control absoluto de lo que queremos expresar pero sin que repercuta en nuestra salud física.

El theremin en el cine: historia, mitos y leyendas IV

Theremin, el retorno (años 90/00)

En 1968 nos dejó Samuel Hoffman y con él la aparición del theremin en las películas. En los años 60 el instrumento era sustituido por voces, sintetizadores o inventos como el electro-theremin que intentaban imitar el sonido theremin. 

Tenemos que dar un salto de 28 años para volver a escuchar un verdadero theremin en las salas de cine. Esto fue gracias a la película de Tim Burton "Ed Wood" y al documental, dirigido por Steven M. Martin, "Theremin: una odisea electrónica". Las dos se estrenaron en 1994 y, curiosamente, son dos grandes homenajes como ahora veremos. 

Ed Wood
Ed Wood está dedicada al ambiente cinematográfico y la época dorada de los años 50 donde reinaba el theremin y las películas de bajo presupuesto. Aunque se centra en la biografía del director Ed Wood (quien, curiosamente, jamás utilizo el theremin) podría haber tratado sobre la de cualquiera de los directores de la época que estaban a su... "altura". La otra producción está dedicada directamente al instrumento y sus principales protagonistas: Leo Theremin y Clara Rockmore.

ExistenZ
Hay que reconocer que con Ed Wood el theremin volvió por la puerta grande. Estamos hablando de una de las mejores películas de la historia del cine y con una increíble banda sonora compuesta por el veterano Howard Shore. La  virtuosa Lydia Kavina se encargo de interpretar el theremin. La pareja Shore-Kavina volvieron a trabajar juntos en otra estupenda banda sonora: eXistenZ (David Cronenberg 1999). Kavina, por su cuenta, aun hizo un trabajo más, la producción Alemana "Wo ist Erkan Deriduk" (Helmut Schulzeck 1995). Aunque esta vez se trataba de un cortometraje experimental. Ella  compuso la banda sonora a parte de interpretar el theremin. 

El Maquinista
La última producción contemporánea donde el theremin tiene gran protagonismo es la española "El maquinista" (Brad Anderson 2004). Nuevamente con Kavina al theremin y música compuesta por nuestro Roque Baños. 

A parte de estas cuatro películas tenemos otras donde el theremin hace acto de presencia (a veces muy tímidamente) como en Hellboy (Guillermo del Toro 2004) o La niña Santa (Lucrecia Martel 2004). 

Un referente actual engañoso y que mucha gente pone como ejemplo de película con theremin es la simpática Mars Attacks! (Tim Burton 1996). La banda sonora imita el ambiente de las producciones de los años 50 pero no tenemos créditos que afirmen en que momento tenemos un verdadero theremin. Parece ser  que el thereminista Ed Sussman participó en la misma pero, por alguna razón, no llegaron a utilizarse sus tomas. Lo que suena a lo largo de la banda sonora es un  teclado imitando el theremin. 




El Barón contra los demonios
Para acabar hablaremos de la producción española "El barón contra los demonios" (Ricardo Ribelles 2006). Esta película es un gran homenaje al género fantástico y de ciencia-ficción, tiene una estética que recuerda tanto a las viejas películas del género como a tantos cómics de la época. La banda sonora sigue la misma estética y el director Ribelles tuvo la gentileza de proponerme grabar algunos motivos con el theremin para conseguir ese sonido evocador en algunas escenas.

El theremin en el cine: historia, mitos y leyendas III

El theremin en el cine de terror y monstruos (años 50/60)

Después de la moda de los extraterrestres empezaron otro tipo de producciones más impactantes: las de monstruos, zombies, bichos gigantes, mutantes... En este genero la abundancia del theremin, nuevamente, es más bien escasa.
La primera fue "The Mad Magician" (John Brahm 1954), filmada en 3D. En esta película de terror nos encontramos con uno de los actores habituales del género: Vicent Price. Interpreta el papel de un mago vengador y asesino de... magos. 

La siguiente producción pertenece al prolífico Roger Corman con su "The Day the World Ended" (1955). Es una de sus famosas películas de poco presupuesto pero aprovechado al máximo, siempre entretenidas y bien dirigidas. En este caso tenemos a un grupo de supervivientes de un holocausto nuclear que se las tiene que ver con un mutante, fabricado por Paul Blaisdell por 200 dólares, creado por la radioactividad. Es la única película de Corman con theremin, su habitual compositor, Ronald Stein (USA, 1930-1988), creó momentos musicales realmente bellos para el tipo de producto que es. 
The Day the World Ended
Aunque parezca que Corman utiliza habitualmente el theremin en sus películas de terror, como por ejemplo las de la saga dedicada a Allan Poe o su famosa "El hombre con rayos X en los ojos", no es así. Para estas películas contrató al compositor Les Baxter (USA, 1922-1996). A él le gustaba imitar, de  forma muy conseguida, estos sonidos con sintetizadores y voces de soprano. Hay que tener en cuenta que Baxter conocía muy bien el instrumento y sus características técnicas e interpretativas gracias al trabajo que realizó con Samuel Hoffman en numerosas grabaciones.

Woodoo Island
Después tenemos la película de Zombies "Voodoo Island" (1957), con el famosísimo actor Boris Karloff. Aquí, el theremin consigue altos grados de tensión con una, y en algunos casos, ¡dos notas! En este caso se puede decir que el theremin tenía un papel más efectista que musical, aunque también hay momentos melódicos. Este tratamiento del theremin es una excepción y no nos encontraremos con otro caso así.

Earth vs the Spider
La cuarta película es la más simpática: "Earth vs the Spider" (1958) "La Araña". Es la típica producción de Bert I. Gordon con adolescentes alocados, bichos gigantes, sustos gratuitos. En este caso tenemos persiguiendo a diestro y siniestro a una gigantesca araña mutante, siempre acompañada de su inseparable sonido de theremin. Muy aconsejable. 
Durante estas dos décadas siguió apareciendo el theremin en todo tipo de películas y, normalmente, de forma anecdótica. Como ejemplos interesantes podríamos citar el musical "The 5.000 Fingers of Dr. T." (Roy Rowland 1953) o la comedia "The Delicate Delinquent" (Don McGuire 1957).

Billy the Kid vs. Dracula
Aun tenemos una sorpresa más y que sirvió como despedida a nuestro querido Samuel J. Hoffman del mundo del cine: "Billy the Kid versus Dracula" (William Beaudine 1966). No se le podía haber ocurrido a otro director como Beaudine mezclar: vampirismo, wester y theremin en una misma película. Este director es famoso por filmar, como norma, las escenas de sus películas de una sola toma, ¡tiene una filmografía de 366 películas! Podéis daos cuenta de que Ed Wood y W. Lee Wilder no son, ni mucho menos, los únicos chapuceros de la historia del cine.